“Uno se da cuenta verdaderamente de lo que es vivir…”

Don Carlos ha sido toda su vida un hombre lleno de vitalidad y salud, dedicado al deporte del tenis, disciplina en la que hoy se desempeña como instructor. Nunca imaginó que una persona pudiera sentirse tan bien físicamente y a la vez estar atravesando una situación de salud tan delicada sin darse cuenta; ese fue su caso.

Todo inició con la inquietud que le generó un programa de televisión: “Vi un programa en televisión que da el doctor Mauro Fernández donde hablaba sobre los testículos. Yo tenía una protuberancia en un testículo y el doctor mencionó que era bueno revisarse; entonces como a los dos días saqué una cita con el urólogo.”

Pero la cita con el urólogo fue más allá de revisar su protuberancia: “Me vio (el doctor) y me dijo que no me preocupara. Me hizo un ultrasonido y me dijo que la protuberancia no era maligna, que no había peligro de nada. Pero me preguntó hace cuánto no me hacía el examen de próstata y yo la verdad le dije que calculaba que habían pasado unos 4 años desde la última vez que me lo hice; entonces le dije que ya que estaba ahí, podía aprovechar para hacerme el examen.”

Luego de realizarle el tacto rectal, uno de los exámenes de rigor para revisar la próstata, el doctor le informó que su próstata se encontraba un poco abultada y que lo mejor era realizarle una biopsia de inmediato. Esta condición causó un poco de preocupación en este hombre de 59 años, pero no quiso darle tanta importancia al asunto hasta esperar el resultado que arrojaría la biopsia.

Pasaron dos semanas antes de recibir el resultado del examen donde se confirmaba que don Carlos tenía cáncer de próstata y debía tratarse como un paciente de alto riesgo. El doctor le recomendó entonces iniciar con su tratamiento lo antes posible: “El día que él me dio el resultado me explicó que tenía que mandarme un tratamiento, no me dijo por qué y me dio varias opciones. El tratamiento era una radiación con unas inyecciones. Las inyecciones eran 1 cada 3 meses por dos años y la radioterapia duró 2 meses.”

Don Carlos siguió el tratamiento al pie de la letra y, contrario a lo que le dijo su médico, nunca tuvo efectos secundarios ni tuvo que interrumpir su diario vivir por el tratamiento; él asegura que su secreto está en mantenerse positivo ante la situación:

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“Ya hace un año que terminé el tratamiento de las inyecciones y en mi último chequeo el doctor me dijo que todo está bien, pero que debo seguir los chequeos médicos cada 6 meses. Siempre me he sentido positivo, yo creo que eso es lo más importante; nunca me he sentido negativo y nada más le pido a Dios que se haga la voluntad de él.”

Luego de esta experiencia, es un hecho que la vida de don Carlos cambió totalmente para bien: “Ya uno ve la vida diferente y no como la veía antes. Se da cuenta verdaderamente de lo que es vivir, lo que es tener esa oportunidad de caminar, de levantarse en la mañana, de apreciar esas mañanas tan bonitas, apreciar esas montañas, apreciar lo que Dios nos da. Ahora yo vivo para mi familia y creo mucho en Dios que es el todopoderoso.”

Y, para evitar que a otras personas les suceda lo mismo que a él, aconseja a quienes descuidan su salud, que le pongan más atención al tema para prevenir y evitar enfermedades y padecimientos que los podrían llevar hasta la muerte: “Que se hagan el examen por lo menos una vez al año. Uno es muy dejado; se siente bien y cree que está sano y hasta que se hace el examen puede comprobar si en realidad está bien.”

Fuente: Carlos Mora

not3La próstata es un órgano que forma parte del sistema reproductivo masculino; en ella se produce el líquido que, en la uretra o caño de la orina, ayuda al transporte de los espermatozoides. Se encuentra ubicada debajo de la vejiga y en frente del recto y normalmente tiene el tamaño de una nuez. En la próstata se pueden presentar 3 padecimientos:

 

    • La prostatitis: proceso inflamatorio que puede ser consecuencia de infecciones.
    • El crecimiento benigno: se conoce como Hiperplasia Prostática Benigna y todos los hombres la van a presentar en mayor o menor grado a través de su vida.

 

Fuente: Dr. Carlos Calvosa.

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  • El cáncer de próstata es la segunda forma de cáncer más común entre la población masculina costarricense.
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  • Es el cáncer con mayor mortalidad en los hombres del país.

 
Cuando se desarrolla el cáncer de próstata, las células de la glándula prostática cambian y crecen sin control. Con mucha frecuencia, es una enfermedad asintomática y silenciosa que, en un porcentaje elevado de casos, se desarrolla lentamente, y se manifiesta hasta que está muy avanzada y extendiéndose a otras partes del cuerpo.
 
Por eso, es muy importante el control médico anual a partir de los 40 años de edad y aún más después de los 50 años, cuando este padecimiento aparece con más frecuencia. Su detección y tratamiento temprano, aumenta la esperanza de vida del paciente.
 
Fuente: Dr. Carlos Calvosa.

El cáncer de la próstata es la segunda forma de cáncer más común entre la población masculina costarricense y la forma de cáncer de mayor mortalidad entre los hombres del país; por eso es tan importante el control médico constante, sobre todo, en aquellos hombres que pueden ser más propensos a esta enfermedad. Pero, ¿quiénes podrían estar en el grupo de mayor riesgo?


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Fuente: Dr. Carlos Calvosa.

como-detectarloLa detección temprana es la clave para lograr una pronta recuperación. Para detectar el cáncer de próstata a tiempo y aumentar la esperanza de vida en pacientes que afrontan esta enfermedad, hay 3 exámenes básicos que deben realizarse.

 

    • Medición del antígeno prostático (PSA): Este es un examen de sangre en donde se mide el nivel de antígeno, una proteína producida por la próstata. Un nivel alto de antígeno puede significar la presencia de un tumor, aunque también puede ser causado por otros factores como infecciones o crecimiento benigno de la próstata.
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    • Tacto rectal: En este caso el urólogo, a través del recto, palpa la glándula prostática del paciente para descartar o detectar alteraciones en ella.
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    • Ultrasonido trans rectal: Aquí se realiza una exploración de la próstata y los tejidos circundantes con la ayuda de una sonda que se introduce en el recto del paciente.

 

Para saber qué exámenes debe realizarse cada paciente, lo más adecuado es visitar al urólogo para que este, luego de conocer su historia clínica, pueda indicarle cuál debe ser el procedimiento a seguir y los exámenes que debe llevarse a cabo y con cuánta periodicidad.
 
Fuente: Dr. Carlos Calvosa.

cancer-prostataEl cáncer de próstata puede tener varios tratamientos y estos pueden depender de muchos factores, entre ellos: la edad del paciente, su condición general y si la enfermedad está localizada dentro de la próstata únicamente o si ya ha invadido otras partes del cuerpo. Entre los posibles tratamientos se pueden mencionar:

 

    • Cirugía radical (Prostatectomía radical): Cuando el cáncer se detecta a tiempo y no ha tenido la oportunidad de invadir otros órganos del cuerpo, se puede recurrir a esta cirugía en donde se extirpa toda la glándula prostática para evitar la expansión del cáncer.

 

    • Radioterapia: Puede ser una opción de tratamiento primario o puede ser utilizada en pacientes que, por alguna razón, no son candidatos a cirugía por presentar contraindicaciones debido a factores como la edad o un alto riesgo quirúrgico. La radioterapia también puede ser un tratamiento complementario a la cirugía si después de la misma se encuentra que la enfermedad está fuera de la próstata en forma localizada o alrededor de la misma.

 

    • Terapia hormonal: Se utiliza en la enfermedad avanzada, donde el objetivo es reducir los niveles de hormonas masculinas o andrógenos, como la testosterona. Este tipo de cáncer es un 95% dependiente de las mismas. De esta manera, se puede lograr una reducción del tamaño del cáncer o que crezca más lentamente por un tiempo. Esta terapia por sí sola puede controlar, pero no curar el cáncer.

 

    • Quimioterapia: Este tratamiento se considera cuando el cáncer es avanzado con metástasis a huesos u otras partes del cuerpo, es decir, cuando ya se ha extendido a otras áreas del organismo.

 

Las diferentes modalidades de tratamiento se dan de acuerdo a esquemas establecidos, pero cada caso se debe individualizar para analizar qué es lo mejor para cada paciente. El médico siempre será el mejor aliado para saber qué tratamiento o combinación de ellos funciona mejor para cada caso.

Fuente: Dr. Carlos Calvosa.

Don José Giralt sabía que tenía antecedentes familiares que lo podrían llevar a padecer cáncer de próstata pues su padre lo había padecido; también sabía que es una enfermedad que no se puede prevenir, por lo que el único camino a seguir era visitar, periódicamente, a su urólogo. Pero, a sus 61 años, jamás imaginó que una noticia tan delicada llegaría a las puertas de su casa en una de las épocas más emotivas del año: Navidad.

Ya había sufrido otro tipo de cáncer y salió victorioso. Por eso, aunque el diagnóstico fue un golpe duro, sabía a lo que se podía enfrentar y tenía a su familia a su lado para apoyarlo una vez más y afrontar lo que viniera. “Recibir un nuevo diagnóstico de cáncer en vísperas de las festividades de fin de año no era lo mejor; pero por otra parte, sabía que en la actualidad el manejo del cáncer está muy avanzado y no necesariamente implica una muerte inmediata, si se detecta a tiempo y se trata adecuadamente por profesionales médicos especializados. Así que pasamos la Navidad y el Año Nuevo muy unidos en familia, para enfrentarnos a lo que hubiera que hacer.”

Con el año nuevo llegó también el momento de tomar decisiones para luchar nuevamente contra este enemigo ya conocido. Don José tenía el diagnóstico pero quería una segunda opinión y así fue como encontró a un doctor que, más que convertirse en su urólogo de cabecera, se convirtió en un gran apoyo para afrontar este nuevo proceso de recuperación. El diagnóstico quedó en firme y el tratamiento también: era necesario operar y extirpar la próstata por completo; pero la diferencia la hizo el trato que recibió este paciente de parte de su doctor.

“Se tomó el tiempo necesario para explicarme detalladamente en qué consistía la enfermedad, las opciones de tratamiento, y las consecuencias futuras. Con toda la paciencia del mundo, me comentó sobre los avances de la medicina en los últimos años, en especial de las técnicas de anestesia, y otros detalles que me tranquilizaron. Luego de esa cita sentí que había encontrado no sólo a un excelente profesional sino a un médico de una gran calidad humana.”, cuenta don José.

Además de buscar a ese profesional en urología que se tome el tiempo para asesorar a sus pacientes con cáncer de próstata, don José recomienda a las personas que pasan por esta enfermedad, que busquen apoyo en otros hombres que ya la han padecido para aplacar sus temores y ganar confianza. “Tuve la dicha de contar con la comprensión y apoyo de mis amigos en el trabajo, y la ayuda de un amigo muy cercano que había pasado por una experiencia similar poco tiempo antes. Fue de enorme consuelo poder conversar con mi amigo, sabiendo que él ya había recorrido el camino que ahora me tocaba a mí andar.

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Hoy don José puede sentirse un vencedor por partida doble y asegura: “Siento que vivo una vida prácticamente normal y que el proceso de recuperación ha concluido exitosamente. Existe una recuperación física y una emocional. Para la primera es imprescindible seguir al pie de la letra las indicaciones médicas. Para la segunda, uno saca fuerzas que no sabía que tenía para enfrentar situaciones difíciles. Además el apoyo de la familia y de los amigos es importante. Ver esta enfermedad como una prueba más de superación, comprendiendo que nada es casual y que todo sucede por una razón y a su debido tiempo, aunque en el momento no lo entendamos.”

Por último, este sobreviviente advierte a la población en riesgo: “Es de sentido común para cualquier hombre de edad madura llevar un control periódico sobre la próstata, siguiendo las indicaciones que le dé su médico, pues estadísticamente se sabe que muchos hombres después de cierta edad padecerán de esta enfermedad, y su factor de riesgo aumenta notablemente si tienen familiares que han padecido de cáncer de próstata, como era el caso con mi padre. No es una enfermedad que se pueda prevenir. Si le ocurre a uno, no hay más opción que erradicarla o tratarla, pero una detección temprana aumenta enormemente las posibilidades de vivir por muchos años más.”

Fuente: José Giralt Amador.

Dada su alta probabilidad de padecer de cáncer de próstata, debido a la herencia que le dejó su padre quien padeció del mismo mal, don William asistía, puntualmente, cada 6 meses a su cita con el urólogo, con el resultado en mano del examen que mide el antígeno prostático o PSA.

Pero fue a sus 59 años, en una de esas revisiones médicas, que don William recibió una noticia que no le sorprendió: “el doctor descubrió algo que no le gustó y me mandó a hacer algunos exámenes adicionales y, gracias a ellos, pudo hacer un diagnóstico certero.”, cuenta.

Estaba confirmado entonces que don William padecía de cáncer de próstata, pero confiesa que, desde su diagnóstico, nunca sintió miedo, pues gracias a sus citas médicas periódicas sabía que esta enfermedad era tratable si se descubría a tiempo. “La verdad no me asusté porque el doctor fue muy claro desde el principio de cuáles podían ser los resultados de la cirugía que me programó. Me pidió que asistiera a la cita con mi esposa y nos explicó bien lo que seguía”, asegura.

Don William necesitaba ser intervenido quirúrgicamente para extraer su próstata por completo a través de una cirugía llamada “prostatitis radical”. Él cuenta que “después de que el doctor tuvo la certeza de que tenía cáncer de próstata me programó la operación, me mandó a hacer los exámenes de rigor antes de operar y me hizo la cirugía.”

Gracias al diagnóstico oportuno, don William pudo recibir un tratamiento efectivo que hoy le permite llevar una vida normal y saludable después de su operación y, en lugar de pensar en ese momento como algo doloroso y triste, lo ve como una lección y una nueva oportunidad para gozar de una buena calidad de vida.

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Esas personas que después de los 50 o 55 años de edad creen que son ‘superhombres’ o ‘supermujeres’ y no van al médico periódicamente, están cometiendo un grave error, porque hay muchas enfermedades silenciosas que llegan a matar si no se detectan a tiempo. Hay que mantener un régimen de visitas al médico cada 6 meses después de cierta edad o de que se haya vivido un evento de salud importante”, comenta don William.

Por otra parte, este vencedor del cáncer de próstata espera que con su testimonio, muchos hombres que no tienen control médico, abran los ojos y acudan al médico cuanto antes. Él les advierte “No jueguen a la ruleta rusa. No ir al urólogo de manera periódica después de los 40 años es estar jugando a la ruleta rusa, con una pistola cargada.

Y para aquellos que ya han sido diagnosticados, don William también tiene un mensaje: “Que se informen. Hay mucha información en Internet muy valiosa; que hablen con otros hombres que hayamos pasado por estos trances; que sigan los consejos de su doctor al pie de la letra y que no crean que porque les detectan cáncer de próstata se morirán pronto. Está comprobado que es uno de los cánceres más tratables si se detecta con tiempo. Pero sobre todo, que no retarden la operación, si eso es lo que recomienda el médico.”

Fuente: William Rodríguez López.

Como apoyar al pacienteNinguna persona está preparada para recibir una noticia tan impactante como que de la noche a la mañana se ha convertido en un paciente de CÁNCER. Preguntas como:
 

    • ¿Qué hacer?
    • ¿Quién puede ayudarme?
    • ¿Cuál es el tratamiento adecuado?
    • ¿Qué oportunidades de sobrevivir tengo?

 

Todas esas y muchas preguntas más pasan por la mente.
 
Debemos recordar que, dados los avances de la medicina y con un diagnóstico temprano, hoy en día la enfermedad es manejable para el paciente, contando con el apoyo profesional y emocional adecuado.
 
Como se mencionó en apartados anteriores, el cáncer de próstata es de lento crecimiento y, con esta condición a favor y tomando los siguientes elementos en cuenta, se puede salir adelante y ganar la batalla:
 

    • El médico: La más importante y gran ayuda es la del médico. Con cautela y profesionalismo, él debe explicar al paciente y a la familia las alternativas de tratamiento y los pasos a seguir de ahora en adelante. El camino puede ser largo, … pero hay esperanza.

     

    • La familia: El apoyo espiritual, emocional y en ocasiones hasta económico de la familia es fundamental para lograr el éxito de cualquier tratamiento. El paciente debe sentir que su familia lo acompaña, lo apoya, y que ese amor familiar estará presente a lo largo del tratamiento, en todo momento. El paciente necesita prepararse no sólo física, sino emocional y mentalmente para enfrentar el camino que recorrerá con sus seres queridos en los próximos meses.

     

    • Otras personas que apoyan: Las personas que hayan pasado por situaciones similares, representan un grupo de apoyo muy importante. Ellos le explicarán con sinceridad los procedimientos desde el punto de vista del paciente. Con sus sabios consejos y experiencias podrán inyectar energía, fortaleza y esperanza.

     

    • ¿Y los amigos?: Los amigos, con alegría y cariño también pueden colaborar con la buena salud mental del paciente, recordándole con sus acciones y presencia que también están a su lado.

     

    • Grupos de Apoyo: Existen grupos y asociaciones que dan valioso apoyo; su médico u otros pacientes, pueden referirlo a ellos. En el caso del cáncer de próstata, usted encontrará en APRECAP un aliado, ya que uno de nuestros objetivos principales es apoyar a este tipo de pacientes y a sus familias.

 
Lo invitamos a contactarnos a: info@aprecap.org o al teléfono 2432-4911.